El trabajo de la artista plástica Rocío Beas reutiliza una actividad asociada al mundo femenino: la costura, como ocupación tradicional de la mujer. De esta manera denuncia los roles que se han asimilado a este universo a lo largo de los tiempos. Las imágenes seleccionadas son tomadas de la vida cotidiana de la mujer occidental, como por ejemplo, objetos fetiches que el hombre idea y carga a la mujer, mezclado con imágenes construidas de telas con rostros femeninos maltratados; la imagen de cuentos que la mayoría de las niñas imitan como un modelo “posible” en su vida, son parte de la temática de esta artista.
Técnicamente el uso del hilo en todas las piezas, remite nuevamente a un mundo delicado e íntimo, aunque detrás se escondan la ruptura de los mitos sobre la virtud.
Esa preocupación por reflejar el mundo de las mujeres, la llevó a sustituir el trazo del dibujo y la pincelada, por la aguja y el hilo. El resultado es un prodigioso trabajo de habilidad manual, una obra que conjuga la composición recargada de símbolos femeninos y la visión del mundo desde la niñez.
Desde el 28 de junio al 31 de agosto. El Hall. Entrada Liberada.
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